Comentario del sacerdote

Como veis las fotos las está haciendo mi hermanito, que es fotógrafo profesional... ¡y se nota!, hasta las retoca para que se les vea más guapetes... Je, je, je...

Hoy, por fin, tengo un respiro para escribiros.

¡Os confieso que es uno de los mejores campamentos que he hecho nunca! Gracias a Dios, con las ganas que teníamos de montar, por fin, un campamento propio en el que marcáramos nuestro propio estilo; está resultando fabuloso. Los monitores son uno de los mejores equipos con los que he contado nunca. Además tenemos un equipo de "curritos" que nos sirven y aconsejan y nos prestan una mano estupenda. Uno de los matrimonios que nos ha acompañado (Carmen y Gonzalo) se encarga de llevar al médico a los niños que se nos puedan averiar y nuestros "patronos" (Eduardo e Ignacio) son nuestra avanzadilla, intendentes y suministradores de cuanto nos pueda hacer falta. Gracias a Dios tenemos también otro sacerdote fantástico (D. Miguel Lozano) por si alguien prefiere hablar o confesarse con otro cura...

En fin, el ambiente es extraordinario, gracias a Dios se masca un clima familiar. Hasta ahora no ha habido una sola morriña, una pequeñita de Abril que echaba de menos a sus papis en la cena del primer día, pero nada más. Todos se llevan bien, no hemos detectado ningún mal rollo, los premonitores están aprendiendo a entregarse y estoy super-orgulloso de todos, Javi ha recuperado su puesto de premonitor por lo mucho que nos ha estado ayudando... Todos están rezando con cariño y entrando en la formación... ¡La única pena es que hay poquitos nuevos!, pero veo que ya están como si llevaran con nosotros toda una vida... Je, je, je... Están durmiendo bien y comen mejor. De hecho, no hay ninguno al que haya que estar esperando para que coma algo que no le guste.

Desde el principio hemos metido el acelerador, imprimiendo un ritmo intenso para que entraran desde el minuto uno en el campamento y los monitores se han ganado el corazón de los muchachos con su cariño, entrega y buen hacer.

¡Seguid rezando para que los frutos sean abundantes, por favor!

Hasta ahora sólo hemos tenido un esguince y esperamos que se recupere pronto y pueda volver a jugar como hasta ahora. Ha sido Inés la pobre accidentada y ayer me decía que no quería irse del campamento. Hoy, veremos qué decidimos con sus papás.

¡¡Un abrazo fuerte, familias!!